PONERSE EN SUS ZAPATOS

Seguro que tus hijos se han puesto algúna vez tus zapatos!! 

¡Y tú te has puesto en los suyos????

 

Ahora mismo me estoy imaginando tu cara de asombro preguntándote ¿y esto qué tiene que ver  con la educación y crianza de nuestros hijos?

Es muy sencillo. Ponerse en los zapatos de alguien no es nada fácil, porque la vida se construye caminando.

Y en ese camino a veces nos tocará caminar con unos zapatos que no sean lo suficientemente grandes, y puede que aprieten. Y, sin embargo, habrá otras veces que estos nos quedarán grandes, y lo único que conseguiremos serán unas molestas rozaduras.

La educación y crianza es un proceso que implica contagiarse de los otros. Es decir, estar dispuesto a calzarte unos zapatos que no siempre se ajustarán a tu pie como a ti te gustaría.

Por lo tanto, si educar es tratar de sacar lo mejor de cada persona, sin ninguna duda la empatía es esencial en ese proceso.

La empatía en educación es fundamental para una formación de calidad. Por eso es tan importante que las personas que estamos más o menos implicadas en la educación de menores no lo olvidemos nunca.

Estoy convencida de que, aparte de generar buen rollo en la relación con nuestros hij@s, estos se sentirán más a gusto para desarrollar mejor sus capacidades.

¿Y qué podemos hacer? Pues simplemente, observar, escuchar y preguntar mucho.

Hemos de eliminar esa molesta actitud de ser meros censores y mostrar un interés real y sincero por sus vidas,de hacerlo sentir escuchado y valorado, y de poder entender sus necesidades sin juzgar, ni filtrarlas a partir de lo que nosotros creemos o sentimos que debería ser.

La empatía es una de las capacidades humanas que se desarrolla durante nuestra infancia, a partir del contacto y aproximación con otras personas, en concreto, a través de los aprendizajes obtenidos mediante los vínculos afectivos (apegos) establecidos con nuestros padres o cuidadores.

Si, durante la infancia, no desarrollamos la capacidad de observar al otro, de tratar de sentir y de comprender lo que el otro siente, o experimenta de acuerdo a su realidad, entonces, será muy complicado que al pasar a las etapas de adolescencia, juventud y madurez, podamos ser personas empáticas.

Si, además, crecimos con vínculos afectivos dañados, entonces también es poco probable que desarrollemos una buena capacidad empática, lo que determinará, en gran medida, la forma en la que nos comportamos con otras personas ya sea de manera individual o grupal.

Sin embargo, a pesar de esto, es posible que, sin importar la edad que tengamos, podamos desarrollar la empatía, corrigiendo aquellas deficiencias aprendidas durante la niñez.

La razón por la cual puede suceder esto, es que se trata de una capacidad humana y, por lo tanto, todos los seres humanos en mayor o menor medida, podemos ser empáticos

¿Te gustaría mejorar tu empatía?

Ahora compartiré contigo, algunas dinámicas creativas para trabajar la empatía a partir de ponerte en los zapatos del otro:

  • Cada vez que puedas, intenta salir de tus zapatos y ponerte en los de alguien más, a quien no conozcas, pero que está actuando de una manera desagradable o molesta. Construye su historia e imagina lo que estará viviendo a nivel personal, familiar, de construir las peores situaciones. ¿Cómo actuarías tú en su lugar?, ¿qué harías diferente y por qué?, ¿crees que esa persona crea que lo que estaba diciendo o cómo estaba actuando, era su única opción?

Cuando entres a una discusión y sientas que no llegarán a ningún acuerdo, intenta ponerte en el lugar del otro a partir de las frases positivas: “tú estás bien / yo estoy bien”. Es el ejercicio más complicado de todos, pero el que cambia definitivamente nuestra perspectiva de las cosas. Ayuda mucho en nuestra construcción de la historia, entender que el otro, con el que no estamos de acuerdo, está bien en lo que está diciendo o argumentando. Si ambos entran en esta dinámica de reconocer y reconstruir la argumentación, anteponiendo la frase “tú estás bien…” y luego “yo estoy bien…”, entonces, te garantizo que esto generará un acuerdo en el punto medio, donde ambos pierdan un poco y ganen un poco, llegando a un buen acuerdo

 

¡Atrévete a experimentarlos! Por favor, cuéntame cómo te ha ido con estos ejercicios y cuál ha sido tu experiencia. Si tienes alguna otra sugerencia, también será bienvenida.

 

Un abrazo y Feliz día  😊

PD: Date la oportunidad de probar herramientas educativas distintas si quieres conseguir resultados diferentes con tus hijos.

Si quieres saber como puedo ayudarte puedes reservar  tu sesión de valoración gratuita para poder tratar de forma personal y totalmente confidencial.

 

¡Escríbeme aquí ✉️educarpositivo@sandranogue.com

Abrir chat
Hola,
¿ En qué puedo ayudarte?
juntos buscaremos la mejor solución